Marcel Proust: “Madeleine y Tiempo Recobrado”:
En busca del tiempo perdido (À la recherche du temps perdu) es una heptalogía de novelas de Marcel Proust, escritas entre 1908 y 1922 y publicadas entre 1913 y 1927 y que consta de siete entregas, de las que las tres últimas son póstumas. Los siete tomos son, según su orden de publicación: Por el camino de Swann (editado por la editorial Grasset en 1913, a cuenta del propio autor, y luego en una versión modificada en la editorial Gallimard en 1919). A la sombra de las muchachas en flor (1919, editorial Gallimard; premiado con el Goncourt ese mismo año). El mundo de Guermantes (en dos tomos, editorial Gallimard 1921–1922). Sodoma y Gomorra (en dos tomos, editorial Gallimard, 1922–1923). La prisionera (1925). La fugitiva (1927, a veces llamada Albertine desaparecida). El tiempo recobrado (1927). En el primer tomo de En busca del tiempo perdido, (Por el camino de Swann), se encuentra el famoso fragmento en el que revive literalmente un episodio de su infancia, mientras toma una magdalena mojada en el té. Estas líneas se han convertido quizá en las más conocidas de Proust y reflejan el tratamiento que hace Proust de la memoria involuntaria a lo largo de toda su obra. Concretamente, la alusión remite a un tipo particular de “muffin” con sabor a limón y forma de caracol marino abanicado. La receta tradicional lleva huevos, azúcar, manteca, harina de trigo, levadura y aroma de limón obtenido generalmente de la cáscara. En la receta tradicional francesa, se baten las claras de huevo a punto de nieve para dar más ligereza a la masa.
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En Por el Camino de Swann, la magdalena de Commercy debe su nombre a una joven criada llamada Madeleine Paulmier, que en 1755 elaboró estos pastelitos para el rey de Polonia Stanislas Leszczyński, que tenía un palacio en la localidad. Otras fuentes relacionan las magdalenas con la época de los peregrinajes a Santiago de Compostela, y concretamente con una joven llamada Magdalena que habría servido a los peregrinos unos pastelitos en forma de concha, símbolo de este peregrinaje. Las magdalenas se habrían extendido a lo largo de los caminos de Santiago, lo que explicaría su tradicional implantación en España.
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“Un de ces gâteaux courts et dodus appelés Petites Madeleines qui semblaient avoir été moulées dans la valve rainurée d’une coquille de Saint-Jacques”…
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Marcel Proust ( 1871 / 1922 ).-
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Albert Camus: “Sobre el Universo de Proust”:
“Proust elige la vida interior y, en la vida interior, lo que es más interior que ella, contra lo que en lo real se olvida, es decir lo maquinal, el mundo ciego. Reúne en una unidad superior, el recuerdo perdido y la sensación presente, el pie que se tuerce y los días felices de antaño. Es difícil retornar a los lugares de la dicha y la juventud. Esta melancolía es la de Proust. Ha sido bastante potente en él para hacer brotar un rechazo de todo el ser. La grandeza real de Proust es haber escrito El tiempo recobrado, que reúne un mundo dispersado y le da una significación al nivel mismo del desgarramiento. Reto más seguro que una obra de esta índole pueda plantear a la creación es presentarse como un todo, un mundo cerrado y unificado. Se ha podido decir que el mundo de Proust era un mundo sin dios. Si eso es verdad, no es porque en él no se hable nunca de Dios, sino porque este mundo tiene la ambición de ser una perfección cerrada y de dar a la eternidad el rostro del hombre. El tiempo recobrado, en su ambición al menos, es la eternidad sin dios”.-
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Albert Camus ( 1913 / 1960 )
Premio Nobel de Literatura 1957.-
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Pingbacks Aquileana:
Marcel Proust: “Sobre la Lectura”:
https://aquileana.wordpress.com/2008/03/13/marcel-proust-sobre-la-lectura/
Literatura: Nina Berberova: “Nabokov y su Lolita” / Peregrinajes: “Marcel Proust Recobrado”.-
https://aquileana.wordpress.com/2009/08/30/literatura-nina-berberova-nabokov-y-su-lolita-peregrinajes-marcel-proust-recobrado/
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Links Post:
http://aprendizdepanadera.blogspot.com/2009/10/evocando-la-madeileine-proustiana.html
http://www.lamaquinadeltiempo.com/algode/Proust.htm
http://www.joyofbaking.com/madeleines.html
http://retratosdelahistoria.lacoctelera.net/post/2010/01/10/la-madalena-postre-real
http://es.wikipedia.org/wiki/En_busca_del_tiempo_perdidokochen.de/?tag=nachtisch&lang=en>lang=es
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Este es el tercer comentario que te escribo, los otros dos se perdieron. Veré que pasa y te mandaré el cuarto y el quinto. Gary.
El primer comentario se lo comió Frankenstein, que se enloquece por las magdalenas.
Te comentaba que hay tantas teorías sobre las magdalenas, que mejor olvidarlas.
Mi tía Dorita, la mujer de Jorge Vila Ortiz, de quienes ya te he hablado con motivo de la amistad que tuvieron con Cortázar, hace las magdalenas más ricas del mundo, de acuerdo a la receta de Proust. Gary.
El segundo comentario se lo comió Mandrake, el de los viejos comics. Allí te comentabe que debemos tener algo así como un inconsciente colectivo de acuerdo con Jung, pero éste me dice que no, que lo de él es algo más serio. En realidad de un alemán no podía esperarse otra cosa. Te lo comentaba porque un día antes de que que llegaran tus líneas encontré un libro que buscaba desesperadamente en los estantes. En este sentido, sigo el consejo de un maestro del zen: si lo buscás no lo vas a encontrar; cuando dejes de buscarlo lo encontrarás. Así fue un día antes de que me hablaras de Proust. El libro habla de un “mito proustiano” y se refiere a la posición de Proust con relación al caso Dreyffus. Te mando un fuerte abrazo, Aquileana, me alegro de la desaparición de las cruces rojas. Gracias, otro beso de ser posible. Desde Rosario, Gary.
El tiempo dedicado a buscar el tiempo perdido, ¿cuándo lo recuperamos?
Saludos
Excelente reflexión, casi aporética…
Saludos, estimado Lisis;
Aquileana 🙂
Estaría muy bueno que me mandes el título del libro, Gary…
Dejo abierta una puerta franca para que si en algún momento querés me envíes material para editar y publicar en el blog (vaya, como ejemplo esta referencia a ls relación de Proust con el Caso Dreyffus (muy digno del “J´acusse” de Zola…) y/o otros aportes similares…
Podés hacer tus envíos a mi casilla de mail:
apdmont@gmail.com
Un abrazo desde Bs As;
Aquileana 🙂
…”Se ha podido decir que el mundo de Proust era un mundo sin dios. Si eso es verdad, no es porque en él no se hable nunca de Dios, sino porque este mundo tiene la ambición de ser una perfección cerrada y de dar a la eternidad el rostro del hombre. El tiempo recobrado, en su ambición al menos, es la eternidad sin dios”…
Camus, Albert Dixit.
Me quedo con esta reflexión del post…
Aquileana 🙂
(By Herself)
Lisis;
Si el tiempo recobrado es la eternidad sin Dios, el tiempo que usamos (nótese que no digo “perdemos”) para recobrar el tiempo perdido; sería una eternidad habitada por Dioses sempiternos (obviamente, siempre y cuando recobremos ese tiempo pasado y potencialmente perdido)…
(Esto usando la premisa de Camus citada en el comentario de arriba, a saber: “El tiempo recobrado, en su ambición al menos, es la eternidad sin dios”…)
Afectos;
Aquileana 😉
La eternidad sin Dios es tal que un libro sin letras , sin palabras, ni historias, esto es, lo impensable.
Besos
[…] Para los que regresamos cada tanto puede convertirse en una experiencia evocadora como las “madeleines” para Proust en “A la recherche du temps perdu” (“En busca del tiempo […]
Gracias por el pingback;
A la brevedad paso a ver tu blog; S;
Aquileana 😉
http://twitter.com/aquileana/status/24904887748
Gracias por la visita y seguiremos el recíproco intercambio.
Cordiales saludos
S
Será un gusto; S
 Tout à l´heure,
Aquileana 🙂
[…] https://aquileana.wordpress.com/2010/08/23/marcel-proust-madeleine-y-tiempo-recobrado […]