Lecturas Estivales: José Saramago: “La Balsa de Piedra”.-
“Nous aussi, nous sommes ibériques”.-
“Todo futuro es fabuloso”. (Alejo Carpentier).-
La balsa de piedra (1986) cuenta lo que podría suceder si la península Ibérica se separara del continente europeo para convertirse en una isla flotante. Tan extraordinarios acontecimientos son narrados a partir de un grupo de personajes comunes y corrientes cuyas vidas han sido tocadas por lo misterioso: Pedro Orce es el único que siente la tierra temblar, Joaquim Sassa en algún momento tuvo una fuerza sobrenatural, Joana Carda trazó sobre la tierra una línea imposible de borrar, José Anaico es seguido a todas partes por una multitud de pájaros. Todos ellos se sienten relacionados con el origen del fenómeno y deciden recorrer la nueva isla, desde Andalucía a Galicia, pasando por Lisboa, para llegar al lugar donde se produjo la grieta. Un muy buen libro, Saramago se consagra en una trama ágil, signada por un torrente de metáforas que son retoños del Comienzo de lo que siempre fue.-
Comienzo del Libro:
“Cuando Joana Carda hizo una raya en el suelo con la vara de negrillo, todos los perros de Cerbère empezaron a ladrar, llevando el pánico y el terror a sus habitantes, pues se creía desde los tiempos más antiguos que, al ladrar allí animales caninos que siempre habían sido mudos, estaría pronto a extinguirse el mundo” .-
Final del Libro:
“Los hombres y las mujeres éstos, seguirán su camino , qué futuro, qué tiempo, qué destino. La vara de negrillo está verde, tal vez florezca para el año que viene “.-
Citas: La progresiva separación de la Península Ibérica de Europa. El Principio de lo que siempre fue:
“Los espíritus curiosos, por no decir escépticos, quieren saber la causa de tantos, y tan diversos y graves efectos, que parece que no debería bastarles el simple hecho de que se raje la cordillera, convirtiendo ríos en cascadas y avanzando los mares unos kilómetros tierra adentro, tras tantos miles de millones de años de haberse retirado de ella… Ahora llegó que la península Ibérica se apartó de repente, toda ella por entero y por igual, diez súbitos metros, quién me va a creer, se abrieron los Pirineos de arriba abajocomo si de las alturas hubiera caído un hacha invisible, introduciéndose en las brechas prfundas, cortando la tierra desde el mar”.
“Ése fue el día señalado en que la ya distante Europa, que según las últimas mediciones conocidas iba por los dioscientos kilómetros de alejamiento, se vio sacudida, de los cimientos al tejado, por una convulsión de naturaleza psicológica y social que dramáticamente puso en mortal peligro su identidad, negada en ese preciso momento en sus fundamentos particulares e intrínsecos… Con la continuidad de los siglos, si es que continúan, Europa ni se acordará del tiempo en que fue grande y penetraba mar adentro”.
“Pero ahora, el asombro fue general y mundial, el movimiento no era ni hacia adelante ni hacia occidente ni hacia oriente, ni hacia el norte, ni hacia el sur. La península giraba sobre sí, en sentido diabólico, es decir, contrario a las agujas del reloj, cosa que, al divulgarse, fue causa inmediata de mareos en la población portuguesa y española, aunque la velocidad de rotación no fuera precisamente vertiginosa. Duró un mes este movimiento. Visto desde la península, el Universo se iba transformando poco a poco. Todos los días el sol nacía en un punto diferente del horizonte, y la luna y las estrellas había que buscarlas por el cielo, no bastaba su movimiento propio, de traslación en torno de la Vía Láctea, ahora estaba también este otro movimiento que hacía del espacio un delirio de luceros inestables, como si el Universo se estuviera reorganizando de punta a punta”.
“El mundo está lleno de coincidencias, y si una cosa no coincide con otra que le esté próxima, no neguemos por eso las coincidencias, sólo quiere decir que la cosa coincidente no está a la vista. En el momento exacto en que los viajeros se inclinaban para ver el mar, la península se detuvo”.
“Generalmente, la voz de los poetas es una voz incomprendida, cosa que, siendo regla, tiene también sus excepciones, como se ve en este episodio lírico, cuando la feliz metáfora fue glosada de todas las maneras y repetida por todas las bocas, sin que, pese a todo, participaran de este entusiasmo la mayor parte de los poetas, cosa que no debe sorprender, teniendo en cuenta que no están libres de los muy humanos sentimientos de envidia y despecho”.
“Nadie puede escapar de su propio destino, aunque puede ocurrir que de pronto caiga sobre nosotros el destino de otra persona: esto fue lo que ocurrió”.
“Cambió el tiempo, fórmula de concisión ejemplar que, de modo suave o neutramente objetivo, nos dice que, habiendo mudado, fue para peor”.
“Cuántas veces precisamos la vida entera para cambiar de vida, lo pensamos tanto, tomamos impulso y vacilamos, después volvemos al principio, pensamos y pensamos, nos movemos en los carriles del tiempo con un movimiento circular, como los remolinos que atraviesan los campos levantando polvo, hojas secas, insignificancias, que a más no llegan sus fuerzas, mejor sería que viviéramos de tifones”.
“La vida está llena de pequeños acontecimientos que parecen tener poca importancia, otros hay que en un momento determinado ocuparon la atención toda y, cuando más tarde, a la luz de las consecuencias los analizamos, se ve que de éstos se desvaneció el recuerdo, mientras que aquéllos alcanzaron el título de hecho decisivo o, al menos, de eslabón de enlace de una cadena sucesiva y significativa de eventos”.
“Pensándolo bien, no hay principio para las cosas y para las personas, todo lo que un día comenzó había comenzado antes”.
El relato de “La balsa de piedra” no sólo constituye una referencia a cosas y situaciones humanas esenciales, sino que apunta a una cuestión fundamental enraizada en la especie humana desde sus orígenes: la dicoltomía entre el poder y la opresión, o, dicho de otra manera, el colapso entre los que más tienen y aquellos que no tienen nada. En este sentido, la separación de la península ibérica del continente europeo viene solamente a confirmar esta postura: la Europa dominante y magnífica de los ingleses y franceses y un puñado de españoles y portugueses que sobreviven mayoritariamente en la miseria y la pobreza. Opulencia versus miseria. Esa es la cuestión.