Robert Graves: “Los Mitos Griegos”:
“Prometeo, Epitemeo, Atlante y Menecio”:
Prometeo, el creador de la Humanidad, a quien algunos incluyen entre los siete titanes, era hijo de Jápeto con la ninfa Climena; sus hermanos eran Epitemeo, Atlante y Menecio. El gigantesco Atlante, el mayor de los hermanos, conocía todas las profundidades del mar y gobernaba en un reino con una costa escarpada, mayor que Asia y África juntas. Esta tierra, llamada Atlántida se hallaba más allá de las columnas de Heracles. Los habitantes de Atlántida cultivaban una enorme llanura central, alimentada con agua de las colinas que la rodeaban por completo, excepto en una brecha frente al mar.
Los egipcios dicen que Atlante era hijo de Poseidón, cuyos cinco pares de mellizos varones juraron fidelidad a su hermano mediante la sangre de un toro sacrificado en lo alto de la columna, y que, al principio eran virtuosos y tenían oro y plata. Pero un día fueron presas de la codicia y de la crueldad, y con permiso de Zeus, los atenienses los vencieron y destruyeron su poder. Al mismo tiempo, los dioses enviaron un diluvio que sumergió toda la Atlántida. Atlante y Menecio, quienes se salvaron, se unieron a Crono y los Titanes en su guerra desafortunada contra los dioses olímpicos. Zeus mató a Menecio con un rayo y lo envió al Tártaro, y a Atlante lo condenó a soportar el Cielo sobre sus espaldas durante toda la eternidad. Algunos dicen que Perseo petrificó a Atlante, convirtiéndolo en el Monte Atlas.
Prometeo, que era más juicioso que Atlante, previó el resultado de la rebelión contra Crono por lo que prefirió luchar del lado de Zeus, y persuadió a Epitemeo para que hiciera lo mismo. En cierta ocasión, se produjo en Sición una disputa acerca de qué partes de un toro sacrificado se debían ofrecer a los dioses y cuáles se debían reservar a los hombres, y se invitó a Prometeo a actuar como árbitro. Éste se burló de Zeus y le dio un saco con la grasa y los huesos del animal sacrificado, en lugar de la carne más apetecible. Luego, Prometeo se dirigió a ver a Atenea y le pidió que le dejara entrar secretamente al Olimpo. Atenea accedió. Una vez allí, Prometeo encendió una antorcha en el carro ígneo del Sol y luego arrancó de éste un fragmento de carbón vegetal incandescente y se lo llevó escondido. Tras esto, apagó la antorcha y se marcho del Olimpo con el fuego robado. Zeus juró vengarse. Ordenó a Hefesto que hiciera una mujer de arcilla, a los cuatro vientos que le insuflaran vida y a todas las diosas del olimpo que la adornaran. Y envió a esta mujer, Pandora, la más bella jamás creada, como regalo a Epitemeo, a quien su hermano advirtió que no debía aceptar el regalo de Zeus. Por lo cual Epitemeo, haciendo caso de los consejos de Prometeo, se excusó respetuosamente.
Mas enfurecido aún, Zeus hizo encadenar a Prometeo desnudo en una columna de las montañas del Caúcaso, donde un águila voraz le desgarraba el hígado durante todo el día un año tras otro; el tormento no tenía fin, porque cada noche, el hígado volvía a regenerarse. Zeus, poco dispuesto a confesar su venganza, decía que Atenea había invitado a Prometeo al Olimpo para tener con él un amorío secreto.
Epitemeo, viendo que Prometeo no aparecía, se dispuso a casarse con Pandora. Poco después, Epitemeo abrió una caja que ella le ofreció y que contenía todos los males de la Humanidad. Todos estos salieron de la caja en forma de una nube, hirieron a Epitemeo en todo su cuerpo y luego atacaron a la raza de todos los demás mortales. Fue gracias a las disuasiones de la Esperanza Engañosa que se salvó la Humanidad de cometer un suicidio general y masivo.
Fuente: Graves, Robert. Los Mitos Griegos I. Buenos Aires. Alianza. 1998.
Este post en la WEB:
http://www.google.com/search?sourceid=gmail&q=Robert%20Graves%3A%20%E2%80%9CPrometeo%2C%20
______________________________________________________________
Es decir, Pandora, una fiel espejo donde las mujeres de todo el mundo y todas las épocas se pueden contemplar, jajaja.
Sí, podría decirse que sí; dejando de lado cualquier hermeneútica despectiva, me hago cargo de los males que caracterizan a nuestro género…
Saludos, Aquileana 🙂
A qué se refiere el mito con la “Esperanza Engañosa”??
Gracias