Thomas Hardy:
“Lejos del Mundanal Ruido”.
“Far from the Madding Crowd”:
Reseña:
“Para emprender una nueva línea de conducta, siempre es necesario vencer una inercia; y esto no sólo se observa en las personas, sino también en los acontecimientos, que parece como si se coligaran para rechazar toda innovación en sentido de mejora”…(Ibd. Hardy, Thomas. “Lejos del Mundanal Ruido”).-
“Muy a menudo suelen los hombres caer en la insignificancia y el olvido, tanto por no mostrar abiertamente su buen ánimo cuando lo tienen, como por falta de él cuando indispensablemente lo necesitan”… (Ibd. Hardy, Thomas. “Lejos del Mundanal Ruido”).-
El título de la novela de Tomas Hardy surge del título de una elegía del siglo XVIII, de Thomas Gray’s (“Elegy Written in a Country Churchyard”): “Far from the madding crowd’s ignoble strife, Their sober wishes never learned to stray; Along the cool sequestered vale of life They kept the noiseless tenor of their way.” (^). Haciendo alusión a este poema de Gray, Hardy evoca la cultura rural que, en su época, estaba apagándose y cambiando su fisonomía a causa de los efectos del proceso de Industrialización.
“Lejos del Mundanal Ruido” gira en torno a la importancia de la conexión del hombre con el mundo natural. La obra también contempla la relación entre el destino y la responsabilidad moral. La pregunta que subyace, implícitamente, parecería ser: ¿Por qué deberíamos obrar de acuerdo a los parámetros sociales de lo que se acepta como como moralmente válido, cuando, en definitiva, estamos (pre) determinados por fuerzas que exceden a nuestra propia voluntad, siendo la tragedia de nuestra existencia finita ya un hecho dado de antemano?.
Mientras algunos personajes, como Gabriel Oak son responsables y cautelosos, otros como el Sargento Troy, son destructivos y obran sin reparar en las consecuencias futuras de sus acciones. Los personajes luchan una y otra vez contra un destino hostil; las mediatizaciones sociales y morales les extravían irremediablemente, aunque hacen lo que pueden por sobrevivir envueltos en el ciego determinismo de un universo dominado por la selección natural de Charles Darwin y por la filosofía pesimista de Schöpenhauer. Excelente y muy coherente con este planteo es la frase que remata la novela de Hardy, dicha en boca de Poorgrass: “Efraín es dado a los ídolos, dejémosle. Mas ya que esto es así, pudiendo haber sido pero, gracias doy con toda conformidad”. (Ibd. Hardy, Thomas. “Lejos del Mundanal Ruido”).-
Otro tema fundamental en “Far from the Madding Crowd” es el del peligro y destrucción inherente en el Amor Romántico. Hardy expone las inconsistencias, irracionalidades y traiciones que usualmente invaden las relaciones de las parejas. De hecho, y en este orden de ideas, Bethsavé es el ejemplo más emblemático. Siendo una mujer independiente, fuerte y enérgica, al enamorarse del Sargento Troy y casarse con él, se sume en una total dependencia que luego consumirá sus fuerzas, atándola a un hombre que llegará a obrar de tal modo que casi la destruirá por completo, dejando poco a salvo de su anterior fortaleza de espíritu y carácter:
“Con amargura recordaba que nunca, ni por mirada, palabra o seña, había alentado a un hombre para que se acercase a ella; que se había bastado a sí misma, y en la independencia de su corazón de soltera había supuesto cierta degradación en renunciar a la simplicidad de la vida para ser la humilde mitad de un matrimonio indiferente” y “Cuando una mujer fuerte pierde inconsiderablemente su fortaleza es de peor condición que una mujer débil que jamás tuvo fortaleza de poder”. (Ibd. Hardy, Thomas. “Lejos del Mundanal Ruido”).-
Con el mismo propósito, Thomas Hardy presentará a lo largo del curso de la novela- valiéndose del narrador en tercera persona omnisciente- otras parejas en las cuales uno de los miembros estará más enamorado y será más dependiente del otro, lo que siempre tendrá desastrosas consecuencias debido, precisamente, a tal falta de igualdad y de equilibrio de las partes. Es lo que elocuentemente expresa la protagonista en el momento de la ruptura en discusión con el Sargento Troy, en diálogo con él: “Esto es lo que me ha pasado por amarte de veras… Cuando me casé contigo tu vida no me era más cara que mi misma vida. ¡Hubiera muerto por ti!”. Y Troy le responde: “A pesar de todo, he de marcharme”… (Ibd. Hardy, Thomas. “Lejos del Mundanal Ruido”).-
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Thomas Hardy (1840-1928).- ____________________________________________________________________________
Versión Cinematográfica de “Far from the Madding Crowd”:
“Lejos del Mundanal Ruido”/ “Far from the Madding Crowd”( 1874) fue adaptada al cine en 1967 con dirección de John Schlesinger, guión de Frederic Raphael y las actuaciones de Julie Christie, Alan Bates, Terence Stampo y Peter Finch. (^^)
A Clip from John Schlesinger’s 1967 adaptation of Thomas Hardy’s book: “Far from the Madding Crowd”:
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Frases de : “Lejos del Mundanal Ruido”:
“La única superioridad de las mujeres respecto al sexo rival es por lo común, la de índole insconsciente, pero, cuando la mujer reconoce su superioridad, puede a veces complacer al hombre inferior a ella, por sugerirle la posibilidad de complacerla”…
“Cuando una mujer fuerte pierde inconsiderablemente su fortaleza es de peor condición que una mujer débil que jamás tuvo fortaleza de poder. Un motivo de insuficiencia es la novedad de la ocasión, porque nunca se ejercitó en sacar el mejor partido posible de semejante circunstancia”.
“A la luz del día, la casa de Bethsavé Everdene aparecía como un blanco edificio del período jacobeano del renacimiento Clásico en cuanto a su arquitectura y proporciones… El soporífero aspecto de la perspectiva en aquel paraje, en contraste con la alegre apariencia de la revocada fachada, sugerían la idea de que en la transformación del edificio en casa de labranza, el principio vital de la casa había dado una vuelta en redondo hacia su nuevo destino”…
“Sus palabras subían y bajaban de tono con regular alternancia de hinchazón y candencia, según él se inclinaba o se erguía, de modo que, de conformidad con su posición, las palabras se dirigían perpendicularmente al suelo u horizonte a lo largo del jardín, y sus ojos estaban fijos en una hoja caída en el suelo… Del todo convencido de la imposibilidad de que Bethsavé fuera suya, había tomado Gabriel la firmísima resolución de no estorbar que fuese de otro. Ésta es la más estoica virtud de un amante, así como la carencia de dicha virtud es su pecado más venial”…
“La limitación de la capacidad nunca le parece pérdida a quien la pierde. Este atributo moral o pobreza estética contrasta plausiblemente con el material, pues quien la sufre no repara en ella, mientras que quienes la reparan, pronto cesan de sufir”…
“No es posible perder lo que nunca se ha tenido, y Troy no podía perder aquello de que jamás había disfrutado. Más siendo totalmente consciente de que disfrutaba de aquello de lo que las gentes graves carecían, su capacidad, aunque realmente menor, se antojaba mayor que la de ellos”…
“Aunque apenas conocía el nombre de esta divinidad, Diana era la diosa a quien Bethsavé adoraba instintivamente. Con amargura recordaba que nunca, ni por mirada, palabra o seña, había alentado a un hombre para que se acercase a ella; que se había bastado a sí misma, y en la independencia de su corazón de soltera había supuesto cierta degradación en renunciar a la simplicidad de la vida para ser la humilde mitad de un matrimonio indiferente”….
“Fijemos la atención en las características de la margen izquierda del camino, que eran la lisura en el río, verticalidad en la pared y tinieblas en ambos. Estas características constituirían la masa del paraje, porque si algo podía ser más oscuro que el cielo era la pared, y si algo más melancólico que la pared, el río que lamía sus cimientos”…
“La atmósfera asemejaba un ojo que de pronto hubiese cegado… El carro y su carga ya no rodaban a la luz del crepúsculo que en el horizonte separaba la claridad de la sombra, sino que estaban embebido enteramente de una masa elástica de monótona palidez”…
“Miraba el porvenir con un fugaz relampagueo de la vista de cuando en cuando. Érale extraña la proyección de la conciencia sobre los días transcurridos y los venideros, que hace del pasado un sinónimo de lo patético, y del futuro, un equivalente de la circunspección”…
Los Cambios de Estación:
“Los cambios de estación no son en estos parajes tan señalados como en tierras boscosas… Sin embargo, los advierte de la misma manera un atento observador. La diferencia está en que el cambio de una estación a otra se manifiesta por medios menos comunes y familiares que el brote de las yemas y la caída de las hojas, aunque algunos de dichos medios no son tan sigilosos y graduales como cupiera creer al considerar el general adormecimiento de una pantano o de un baldío”…
“Entraba el invierno en un país avanzando a muy bien señalados pasos, que podían muy bien observarse en la desaparición de las culebras, la transformación de los helechos, la subida del nivel de los estanques, la frecuencia de la niebla, el agrisamiento de las escarchas, el colapso de los hongos y las nevadas que lo borran todo… El pantano había llegado aquella noche al término culminante de la serie de indicios invernales, y por primera vez en la temporada, las irregularidades de su contorno eran formas sin facciones que sugerían algo y no expresaban nada, sin otro carácter que el de ser límite de otra cosa, la capa inferior de un firmamento de nieve. De aquella caótica atmósfera de copos, recibían por momentos la pradera y el pantano adicional vestidura, para aparecer a cada instante más desolados y desnudos”…
“Empezaba la primavera, época de apacentar los rebaños con las primeras hierbas antes de dejarlas a punto para la henificación. El viento, que durante algunas semanas, soplaba desde el Oriente, había cambiado hacia el Sur, echándose encima bruscamente la plena primavera casi sin comienzo. Era aquel período de la estación vernal en que pidiéramos suponer que se despiertan las dríades. El mundo vegetal se agita y enturgece y la savia asciende hasta en el completo silencio de los jardines solitarios y hasta en las plantaciones esquilmadas donde todo parece abandonado e inerte bajo el cautiverio y esclavitud de la escarcha, y sin embargo, todo vive y se estremece y brota con violento impulso, en cuya comparación resultan esfuerzos de pigmeo los arranques de las potentes gruas y polispastos de las ciudades industriosas”…
“Finalizaba el otoño y llegaba rápidamente el invierno. Las hojas tendían espesa alfombra sobre el césped de las cañadas y el musgo de los bosques… Bethsavé que hasta entonces había permanecido en un estado de parálisis de sus sentimientos, se hallaba entonces en una actitud de reposo que no era precisamente sosiego”…
“Reanimóse Bethsavé al llegar la primavera. Desvanecida toda incertidumbre, disminuyó notablemente la completa postración provocada por la lenta fiebre que la consumía”…
“Constelaciones Celestes”:
“Cástor y Pólux, de serena brillantez, se hallaban casi en el meridiano. El ávido y melancólico Pegaso titilaba hacia el Noroeste”…
“Las Hazañas de una Gárgola”:
“Se ha argüido algunas veces que no hay mejor criterio para discernir la vitalidad de cualquier período de arte, que el proporcionado por las grotescas manifestaciones del ingenio arquitectónico… El Campanario de Weatherbury era un primitivo ejemplo del empleo de las barandas ornamentadas en las Iglesias Parroquiales de las aldeas… Y las Gárgolas, elemento indispensable de la baranda, eran en el Campanario de Weatherbury extraordinariamente saledizas, de la más atrevida talla que la mano pudiera configurar… Había, por así decirlo, en ellas aquella simétrica distorsión que no es tan característica del grotesco británico como del continental en aquel perídoo del Arte Gótico. Eran ocho, y las ocho eran diferentes unas de las otras… Quien las contemplaba se convencía de que nada en el mundo podía haber más horrible que las del lado Norte; pero vacilaba de su convencimiento al contemplar las del lado Sur. De las dos que desembocaban en este último lado, sólo se relaciona con nuestra historia la del ángulo Sudeste. Era demasiado humana para parecerse a un dragón, demasiado diabólica para ser humana, demasiado animalisca para asemejarse a un demonio, y no lo bastante parecida a un ave para llamarse grifo…. Troy dormía en el atrio y la lluvia arreciaba por fuera. Pronto empezó a escupir la Gárgola, y muy largo derramó un pequeño chorro a lo largo del espacio aéreo de setenta pies comprendido entre sus fauces y el suelo, en el cual chocaba el agua con el estruendo de la piedra arrojada en el estanque, al ímpetu de su velocidad acelerada… El chorro fue aumentando de volumen y creciendo en intensidad, cayendo cada vez más apartado de la pared del Campanario; y cuando la lluvia se convirtió en diluvio, el chorrro semejaba una cascada… En aquel momento, la base de la líquida parábola había transpuesto la tapia del cementerio”…
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Fuente Original Post:
Hardy Thomas. “Lejos del Mundanal Ruido”. (“Far from the Madding Crowd”). Madrid. Espasa Calpe. (Austral Azul). 1969.-
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Links Post:
http://www.sparknotes.com/lit/maddingcrowd/section12.rhtml
(^) http://www.phrases.org.uk/meanings/134150.html
(^^) http://www.filmaffinity.com/es/film910660.html
http://www.enotes.com/far-from
http://www.bibliomania.com/0/0/26/55/frameset.html
http://tassilon.blogspot.com/2008/03/lejos-del-mundanal-ruido.html
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Tengo entendido que la influencia poética de Carlyle en Thomas Hardy fue notoria, especialmente en sus “Wessex Poems”. Una obra altruista, si me permites expresarlo así… Y el altruismo, referido a la literatura, es una inferioridad cualesquiera que sean los gestos que esboce y las palabras que diga: es, digamos, una hipertrofia del sentimiento tan inútil como fatal.
No hay un átomo de grandeza en esa torpe mutilación del Yo, pero seguramente me equivoco como siempre.
Max Klein
Hola Klein;
Desconocía este dato que aportabas acerca de la influencia de Carlyle en Hardy… Buenos datos los tuyos, por lo demás, enriquecidos por las apreciaciones que hacías…
Gracias y Saludos, Aquileana 🙂
Bueno, no me hagas demasiado caso. Sólo me limité a recoger ciertos fragmentos de artículos (tal vez malintencionados) publicados en un par de revistas literarias dublinesas.
Carlyle, más que un poeta, fue un profeta. ¿Y dónde principian o dónde se juntan el poeta y el profeta? Para mí está claro: en ciertos seres atormentados y grandiosos que aparecen en el umbral de los siglos. No fue el caso de Hardy, evidentemente, pero en ciertos versos de “Wessex Poems” se pueden encontar ecos de ritmos cadentes, sonoridades anti-musicales y casi violentas, el encanto misterioso de las fuerzas desencadenadas de la Naturaleza… Es decir, palgo de la esencia del “Sartur Resartur” del genio escocés.
Excelente blog el tuyo, Aquileana. Ha sido una suerte dar con él.
Un cordial saludo,
Max
Una pequeña observación, Aquileana: Goethe, Schiller y Kant ayudaron a pensar a Carlyle. Ignoro si el terrible Ritcher enseñó a reír a Hardy. Tal vez tú me lo puedas aclarar.
Gracias.
Ps. Aprovecho la ocasión para corregir una pequeña errata que figura en la penúltima línea de mi anterior comentario: “algo” en lugar de “palgo”, claro.
Klein:
Muchas gracias por los aportes, un gusto estar en contacto con un lector tan avezado como vos,
Saludos,
Aquileana 🙂
Precisamente estoy leyendo una versión de este libro en inglés. Personalmente me he gustado tu artículo. Estaré siguiendo tu blog. Saludos 😉
GRACIAS RICARDO, ESPERO TENERTE NUEVAMENTE POR AQUÍ, ENTONCES…
SALUDOS, AQUILEANA 🙂
Max Klein, ¿seguro que nadie te ha dicho nunca que eres un pedante insoportable? ¿Y también desconoces que eso responde a carencias básicas que deberías subsanar en lugar de ir dando el tostón de blog en blog con tus comentarios insufribles y patéticos? Es un consejo de amigo. De nada.
Lo dejo pendiente Max para que si das con este comentario hagas un correspondiente y merecido descargo…
Saludos, Aquileana 🙂
http://twitter.com/#!/aquileana/status/39092921932333056
VcP
Lo único que justifica -de ser cierto su “caminar virtual de blog en blog” que le atribuyes a MK- el calificativo de pedante es la condición de “pedisequo” de Klein. El contenido de sus apreciaciones enriquecen la lectura, sobre todo el paralelismo con el Sartor resartus o la filosofía de la vestimenta como causa del determinismo en los comportamientos.
Cómo estabas vestido cuando escribistes tu comentario?
La intrascendencia del mismo justifica el silencio de K y el anacronismo de la presente
VcP
… El comentario un tanto agraviante hacia MK vino por parte de un lector y simplemente lo dejé como muestra de ciertas apreciaciones hacia él… Eso lo quería aclarar ante todo…
En cuanto al sesgo determinista en los actos humanos, me declaro acérrimamente como una detractora de todas las tendencias psicologicistas analíticas . En lo que al Hombre se refiere creo en la discrecionalidad irrestricta de lo incondicionado. Acepto variables que puedan influir en las conductas humanas, pero nunca aquéllas que se supone que las condicionan y determinan…
Sin más particularidades, saludos y he dicho.
Aquileana 8)
PD: Muy buena tu página WEB, ya te he enlazado…