En el proceso a que fue sometido después de la Segunda Guerra Mundial, Albert Speer, el ministro de Armamentos de Hitler, pronunció un largo discurso en el que, con notable sagacidad, describió la tiranía nazi y analizó sus métodos.
“La dictadura de Hitler -dijo- difirió en un punto fundamental de todas sus predecesoras en la historia. Fue la primera dictadura del presente periodo de desarrollo técnico moderno, una dictadura que hizo un uso completo de todos los medios técnicos para la dominación de su propio país… En el período del desarrollo técnico moderno, el sistema totalitario puede prescindir de tales hombres; gracias a los modernos métodos de comunicación, es posible mecanizar las jefaturas de los grados inferiores. Como consecuencia de esto, ha surgido el nuevo tipo de recibidor de órdenes sin espíritu crítico”.
Y no fue solamente en el frente técnico donde los brazos del Führer se fortalecieron. Se ha trabajado mucho desde la época de Hitler en esos campos de la psicología y la neurología aplicadas que son el dominio especial del propagandista: el adoctrinante psicológico.
Hitler atrajo especialmente a aquellos miembros de las capas inferiores de la clase media, que habían sido arruinados por la inflación de 1923 y, arruinados por segunda vez por la depresión de 1929 y de los años siguientes. Las “masas” de las que Hitler habla son esos millones de seres perplejos, y frustrados .Para hacerlos más masa todavía, más homogéneamente subhumanos, los reunía, en vastos locales y estadios, donde el individuo podía perder su identidad personal y hasta su humanidad elemental y quedar fusionado con la multitud. Reunidas en una multitud, las personas pierden su poder de razonamiento y su capacidad de opción moral. Se hacen más sugestionables hasta el punto de que dejan de pensar o querer por cuenta propia. Se excitan muchísimo, pierden todo sentido de la responsabilidad individual o colectiva y suelen tener repentinos accesos de rabia, entusiasmo y pánico.
Hitler escribió: “Toda propaganda efectiva debe limitarse a unas cuantas necesidades desnudas y expresarse luego en unas cuantas fórmulas estereotipadas“. Estas fórmulas estereotipadas deben ser repetidas constantemente, porque “sólo la repetición constante logrará finalmente grabar una idea en la memoria de una multitud“.
Insignia nazi.-
Estas caracterizaciones de Huxley tienen un correlato en la obra de Freud, Psicología de masas y análisis del Yo (1921). En este trabajo , Freud analiza por qué las sociedades se mantienen unidas, recurriendo, para ello, a las nociones de libido e identificación. Toma el relevo de trabajos de Le Bon . Según este último, en la multitud se produce el contagio, lo que explica la homogeneidad de la masa. El contagio es consecuencia de la sugestibilidad, el estado hipnótico en el cual cae el individuo particular al formar parte de una multitud. La ilusión de la masa artificial es resultado de la acción de un jefe carismático.
Dice Freud a propósito de esto : “ Toda masa humana es una regresión a la masa primitiva”. El aporte freudiano se ciñe a relacionar las características del enamoramiento y las de la hipnosis, para marcar sus diferencias y confluir en su tesis de que el mecanismo por el cual se forma la masa es resultado de un proceso de sugestibilidad hipnótica, por el cual , el yo introyecta al objeto de deseo coartando en su fin a las pulsiones (a diferencia del enamoramiento, en el cual las pulsiones no son coartadas en su finalidad exógena).
Hipnosis masificada. Adoctrinamiento nazi.
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NEVER AGAIN.-
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WEB SITES
Propaganda bajo una dictadura. Aldous Huxley, Brave New World Revisited, Capítulo V, (1958)
http://tijuana-artes.blogspot.com/2005/03/propaganda-bajo-una-dictadura.html
Psicología de masas y análisis del Yo. Sigmund Freud (1921):
http://www.geocities.com/psicoresumenes/Freud/pmasas.html
Creo que Chávez sabe un poco de estas cosas
Lo dirás por la Reforma de la Constitución venezolana; estimo…
Remito al siguiente link:
http://ww.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=313606
Buenaventura 🙂