Husserl: Pionero de la Fenomenología Trascendental.
Edmund Gustav Albrecht Husserl (1859 -1938) fue un filósofo alemán fundador del movimiento fenomenológico y discípulo de Brentano y Carl Stumpf.
Fenómeno, Noúmeno y Reducción fenomenológica
La fenomenología es una actitud y también un método para conocer la realidad de una manera objetiva, para adentarrse en su núcleo constituyente.
Ahora bien, el aparecer tiene lugar en la conciencia y ésta tiene por función despojar y depurar la apariencia fenomenológica para llegar a la Cosa en sí (noúmeno)
La conciencia de la que habla Husserl es entendida por Husserl como una referencia a, un dirigirse hacia algo (lo que se aparece) que no es ella misma, sin aparecerse jamás la propia conciencia.
La conciencia es intencional porque siempre tiende (tender en latín se dice intentio) hacia algo, constituyendo al objeto como objeto y descartando su existencia “extramental”.
La tarea fundamental de la fenomenología consiste en atenerse exclusivamente a lo dado, desprendiéndolo de todo añadido que no le pertenezca esencialmente.
Esto supone una triple reducción intencional:
1) La primera reducción Suspender la existencia extramental, la exterioridad, que, al decir de Husserl, es algo que acontece en la propia conciencia. En esto consiste fundamentalmente la epojé que se lleva a cabo en la reduccion fenoménica o externa, en abstenerse de emitir un juicio acerca de la cuestión de la existencia, tomándola exclusivamente como un aparecer en mi conciencia.
2) La segunda reducción, la eidética, trata de buscar la esencia de las cosas y se realiza mediante la intuición. Todo lo contingente se suprime hasta llegar al núcleo invariable, la esencia (eidós) y no se capta por abstracción sino mediante una intuición que nos remite a lo absolutamente real y necesario.
3) La tercera reducción es la trascendental. Tras depurar al fenómeno hasta llegar al noumeno del objeto que aparece, es la conciencia misma , entendida como “yo”, la que se convierte en una conciencia pura. Este “yo trascendental” consiste en ser un “percatarse” de las esencias, por encima de lo meramente empírico, psicológico y contingente.
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